EL PUEBLO
Cerca de la localidad encontramos una villa romana por lo que el nombre del pueblo tiene clara conexión con sus orígenes. Ocupada durante siglos por los musulmanes, también fue importante durante la Reconquista y más tarde durante las guerras entre Aragón y Castilla.
Quedan amplios muros del recinto del castillo del siglo XIV, dentro del que se encuentra la iglesia parroquial de San Pedro Apóstol, del siglo XVI. De ella hay que destacar la bellísima torre mudéjar de planta cuadrada y de origen militar construida en torno al año 1400. Entre sus principales características destaca el hecho de mostrar una decoración en la que se reflejan prácticamente todos los adornos que se utilizaban en la época con la geometría del ladrillo, a excepción de la cerámica. En el interior del templo, se pueden contemplar retablos de los siglos XVI, XVII y XVIII.
Se conservan también una bella ermita dedicada a Nuestra Señora de los Remedios y varios peirones: el de la Virgen del Pilar, el de San Martín y el Peirón de Entrecaminos.
Especial atención merece la fuente de época romana sobre la que existe una leyenda, así como el antaño famoso Molino de Romanos, ubicado en la encrucijada de caminos ente Villadoz, Romanos, Villarroya del Campo y Badules