Haber colonizado cada rincón del planeta no es cualquier cosa: las más de 10.000 especies de aves que pueblan todos los  continentes nos dan muestra de la enorme variedad y riqueza de este grupo animal, y en la Comarca de Daroca estamos de suerte. Con su presencia y sus ausencias, las aves son uno de los mejores bioindicadores que tenemos y uno de nuestros mayores tesoros. 

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La gran variedad de ambientes naturales y ecosistemas de nuestro territorio propician que,  en pocos kilómetros de distancia,  se sucedan hábitats muy diferentes donde hay, también, gran variedad de especies, con sus diferentes particularidades y adaptaciones.

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A grandes rasgos los hábitats que podemos encontrar para la observación de aves en la Comarca de Daroca son:

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1. Hábitats rupícolas: Se caracterizan por su paredes rocosas y cortados verticales, como las Hoces del Río Piedra, las Hoces del Huerva o los alrededores de Daroca. Aquí podremos encontrar especies como el buitre leonado, alimoches, águilas reales, halcones peregrinos, chovas piquirrojas, roqueros solitarios, búhos reales, etc.

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2. Humedales y lagunas: Nuestra "joya de la corona" es la cuenca hidrográfica de Gallocanta, donde la estacionalidad de las aguas marca la pauta. Espacios como la Laguna de Gallocanta, la Laguna de la Zaida o la Laguna de Guialguerrero, son importantes por la variedad de especies residentes, nidificantes o de paso que albergan, como la grulla común, cigüeñuelas, zampullines, avocetas, fochas, aguiluchos, garzas, combatientes, etc.

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3. Hábitats esteparios: Caracterizados por las grandes y extensas planicies, su escasa vegetación y las grandes oscilaciones térmicas, estos territorios ocupan casi toda la altiplanicie del Campo de Romanos y el Campo de Used-Gallocanta. Son lugares propicios para poder observar aves tan singulares y adaptadas a su entorno como las avutardas, los sisones, alcaravanes, gangas, cogujadas y alondras, incluida la amenazada y escasa alondra ricotí o alondra de Dupont.

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4. Hábitats forestales: Representados en nuestra zona por el bosque de monte mediterráneo propio de la Ibérica zaragozana y por los pinares de repoblación, como los que encontraremos en la Sierra de Santa Cruz, Sierra Modorra, Sierra de Herrera o el extenso pinar que comparten Daroca, Manchones y Murero. Se trata de sierras y bosques que pueden rozar los 1.500 m de altitud máxima y donde podremos observar especies como el águila calzada, el azor , piquituertos, agateadores o la amenazada águila perdicera.

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5. Bosques de ribera: En ellos, álamos, sauces y alisos,  entre otros,  acompañan el cauce de los ríos y toda la rica biodiversidad que en ellos vive. Las riberas del Jiloca, del Huerva o del, siempre estacional,  río Piedra, serán lugares propicios para observar picos picapinos, chochines, herrerillos, carboneros, martines pescadores, gavilanes etc.

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